¡La capacitación no funciona!

Comparte

Esto es algo que solemos escuchar de las Organizaciones y muy a menudo de los Empleados, después de ser capacitados.

Algunas personas piensan que la única manera de aprender es a prueba y error en nuestros centros de trabajo, lo que se traduce en incremento en los costos operativos  de la Organización (mermas, tiempo muerto, accidentes, multas, etc.).  Además de frustración en el proceso de aprendizaje.

Decía Javier Artigás “El saber nos hace crecer” Sin embargo en lo que se refiere a nuestra agitada, demandante y agotadora vida laboral, resulta muy difícil darle prioridad a “aprender” por encima del “quehacer” diario.

Aunque todos conocemos la popular teoría de que “si estudiamos haremos mejor nuestro trabajo” y todos buscamos ser más competitivos para poder lograr nuestros objetivos profesionales, la capacitación es percibida cada vez más como un gasto no necesario de tiempo y presupuesto.
En México solo 5 de cada 10 Empresas invierten en capacitación.

Y de cada 10 empleados solo 2 buscan seguir desarrollando sus conocimientos y habilidades.

Cuando la Organización tiene a bien proponer una capacitación, se sabe por una encuesta nacional realizada en el 2015 a 800 empleados mexicanos, que terminan poco satisfechos con el tiempo invertido.

Ya sea por parte del Empleado que comenta en muchas ocasiones sentirse “entretenido” por el Instructor pero no percibir claramente cómo lo aprendido en el curso puede ser transferido a resultados concretos en su desempeño. O bien “siente que aprende” y sale de la sesión de capacitación entusiasmado sintiendo que cambiará con los nuevos conocimientos: procedimientos, técnicas, objetivos y hasta el rumbo de su propia carrera y tan sólo a las dos semanas ha olvidado por completo el entusiasmo y hasta los contenidos, lo cual le hace sentir frustrado y desanimado.
 
Por otro lado las Organizaciones se concretan a esperar a que “aparezcan” los resultados de la Capacitación. Contratan la capacitación sin vincular la necesidad de capacitación (área de trabajo), las competencias y motivaciones (individuo) con las técnicas didácticas (Capacitador) que facilitarán los Conocimientos para que sean traducidos en acciones, conductas, ¡cambios!.
 
Organización, Empleado y Capacitador debemos alinear nuestros programas para vincularlos con el “quehacer” diario, con el objetivo de la Organización y conocer antes que lo técnico  al Educando (empleado) e identificar todo aquello que nos permita elegir y promover Programas ricos en:
–        Actividades
–        Contenidos actualizados
–        Pausas, silencios y descansos
–        Interacción con otros
–        Recursos tecnológicos
–        Tareas de seguimiento

Todo lo que la creatividad nos permita para que los Contenidos del Programa de Capacitación no sean estáticos, inertes. Que la capacitación no sea un Producto que inicia y termina. Se imparte y se entrega. 

Que hagamos de la Capacitación una EXPERIENCIA ACTIVA. Llena de recursos creativos, interactivos, relacionados con el Educando que motiven a ir y HACER afuera de la sesión.

Queremos Organizaciones que contraten programas por NECESIDADES enfocadas. Que se comprometan con la implementación y seguimiento de lo aprendido. Que acompañen paso a paso a sus Empleados a construir un cambio respetando las diferentes formas de aprender, las distintas Personalidades e intereses.

Somos LINK Consultores. Facilitamos los procesos de Aprendizaje activo. Te acompañamos en la creación de programas:
Prácticos
Dinámicos
Pedagógicos
Útiles
 
“Oigo y olvido. Veo y recuerdo. Hago y aprendo” Confucio